SchoolTraining

El bajo y el bombo. consejos a la hora de ecualizar

Ecualizar el bombo y el bajo puede ser de las tareas más complejas para un técnico de sonido o un productor musical. Hay muchos factores a tener en cuenta durante una EQ de las frecuencias más bajas, y es difícil tener unos graves potentes y perfectos si no se saben algunas pautas. En este artículo os damos unos consejos para conseguir el empuje perfecto para vuestros bajos y sacarlos a relucir en vuestras canciones.

En el último post de técnico de sonido os contábamos en qué consiste una EQ, los tipos que existen y cómo y cuándo utilizarla. En este artículo vamos a hablar de algo más concreto y que hace referencia al rango de bajas frecuencias, los graves. Aquí tenéis algunos consejos que os ayudarán a mezclar correctamente el bombo y el bajo de vuestras canciones para tener un "low end" mejor y más potente.

Sabemos que el espectro bajo de las frecuencias engloban aquellos instrumentos con sonidos más graves, y en la mayoría de temas existe un bombo o un bajo que marcan el colchón sonoro. Sin embargo, no todas las canciones hacen un uso adecuado de sus rangos bajos cuando tienen que estar ahí. Por supuesto, mezclar el bombo y el bajo no es una tarea fácil y suele acarrear problemas a los técnicos e ingenieros de sonido, pero tener un grave potente y con cuerpo es posible siguiendo unas pautas. También hay que tener en cuenta que no todo en el sonido es exacto u objetivo, siempre hay que ensayar, experimentar y probar hasta encontrar la mezcla o la fórmula exacta. Encontrar tu sonido siempre es un reto pero es el mejor resultado de todos.

Para empezar, nuestra sala o estudio de producción es una parte importante de la ecualización y la mezcla, sobretodo en los graves porque condiciona nuestra escucha y cómo percibimos las frecuencias en ciertos rangos. Cuanto más plana es la señal, más posibilidades tenemos de que nuestros bajos se escuchen correctamente en cualquier espacio sonoro, ya tenga tratamiento acústico o no. Pero, aunque no tengamos un espacio perfectamente acondicionado a una escucha perfecta, podemos estudiar el entorno y localizar los puntos débiles para reforzarlos o tratar el sonido en consecuencia. La clave no es siempre gastar lo máximo posible en el estudio (que solo algunos pueden permitirse) sino en conocer bien nuestro espacio y trabajar en consecuencia.

El sonido es físico y puede estudiarse si sabes cómo, por eso en una sala que no tenga tratamiento acústico es recomendable hacer referencias con mezclas para conocer ciertas situaciones en las que tener especial cuidado y llevar un registro que te sirva en el futuro. Un consejo muy útil cuando una sala o un espacio no está preparado perfectamente, o no podemos contar con los mejores monitores de estudio, es utilizar auriculares que nos den una idea diferente de nuestros graves y así ecualizarlos correctamente. Con un poco de práctica, sabrás en qué puntos tu entorno tiene problemas y en qué frecuencias debes ecualizar con más cuidado.

Ecualizando los rangos bajos del espectro de frecuencias, los técnicos de sonido usaremos el filtro "high pass" a menudo que, como ya explicamos en el anterior post, (La importancia de una buena EQ y cómo utilizarla) coloca un umbral que no deja pasar las frecuencias por debajo de este límite. Es una herramienta útil porque tener mucha información en el rango bajo puede hacer sufrir a la mezcla y provocar problemas en el resto de frecuencias. Aunque queramos un bajo fuerte y potente, la mayoría de monitores no reproduce sonidos por debajo de 20 o 30Hz, así que cualquier frecuencia por debajo de estas podemos omitirlas con un filtro de paso alto. Así podemos limpiar mucho nuestros bajos y no hacer sufrir al resto de la mezcla.

Lo que ocurre durante el proceso de mezcla es que el técnico de sonido debe procurar que cada elemento esté en su sitio y tenga la presencia justa en su rango de frecuencias. Como en el bombo y el bajo la mayoría de la información está en el espacio más bajo de las frecuencias, tendremos que dejar espacio para que actúen en ese espacio y tenga el empuje que queremos. Para ello, es probable que tengamos que volver a usar filtros para cortar ciertas frecuencias de manera precisa y dejar el espacio suficiente para darles presencia sin llegar a perder fuerza en otros tonos medios. Esto ocurre con frecuencia en las guitarras, las voces y algunos sintetizadores que tienen presencia en el espectro medio-bajo y que al escucharse junto con los bajos resulta en un sonido sucio o saturado. La clave está en dejar espacio en los rangos de frecuencias donde esté la distorsión, cortando los rangos más bajos de los instrumentos con presencia en las frecuencias medias, dejando espacio a los bajos, y hacerlo de manera muy precisa.

De forma opuesta, los bajos actúan en una gran parte del espectro de frecuencias y muchos bombos y bajos tienen gran parte de su fuerza en las frecuencias medias. Por esto, hay que tener muy en cuenta este parte de nuestros bajos y no perderlos en los filtros porque puede que nuestro bombo pierda su empuje y presencia en la mezcla. Algunos, incluso necesitarán resaltar estos rangos de frecuencia para darle ese toque de fuerza en la mezcla.

Atiende a estos consejos de nuestros docentes en técnico de sonido y harás que tu trabajo suene más profesional.