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El trabajo de un Técnico de Sonido. Afinando un sistema de PA para sonido en directo

Nuestros alumnos del Máster en Técnico de Sonido ya han asistido a algunos festivales más importantes del sur como Primavera Trompetera y En Órbita, y aún quedan Weekend Beach Festival y Dreambeach Villaricos. Para enfrentarse unas prácticas profesionales como estas, deben saber cómo preparar el desarrollo técnico y configurar el sistema de PA de un espectáculo en directo. Aquí os explicamos en qué consiste un sistema de PA y cómo afinarlo correctamente para conseguir un sonido en directo perfecto.

Cada evento, festival y concierto es diferente, ya sea por los artistas o, sobretodo, por el espacio donde se celebran. Nuestros alumnos del Máster en Técnico de Sonido ya lo saben, después de haber trabajado en festivales como Dreambeach Villaricos, Weekend Beach Festival, Primavera Trompetera, En Órbita, y otros tantos repletos de artistas y géneros diferentes.

Al momento de montar un sistema de sonido en directo, el PA engloba lo más importante ya que es el refuerzo de sonido que enviará el audio por todo el recinto y que todo el público pueda escucharlo. Los más grandes se ven en los festivales y están compuestos de cuatro elementos básicos, micrófonos, mesa de mezclas, amplificadores y altavoces. El sistema es relativamente sencillo, dado que la voz y los instrumentos recogidos por los micros pasa por la mesa, que lo ajusta o modifica y lo manda a los amplificadores de señal para que suene a través de los altavoces.

Existen muchos y muy diferentes sistemas de PA dependiendo de las necesidades y el evento en cuestión. Desde sistemas pequeños y portátiles, hasta otros más grandes y complejos usados en festivales y conciertos. El sistema de PA es uno de los apartados que se contempla en los rider técnicos que las bandas llevan a sus giras y recogen toda la información sobre cómo debe estar montado.

Pero lo más importante es que el sistema esté bien calibrado, ajustado y afinado para que todo suene como debe sonar y no es un proceso sencillo. Algunos profesionales que llevan años en el mundo del Técnico de Sonido son capaces de regular un sistema de PA muy fácilmente, pero no hay una serie de cuestiones a tener en cuenta.

Para empezar, el lugar del evento tiene sus propias características, ya sea un espacio abierto, un lugar cerrado o más grande o reducido. Esto repercute en cómo está montado el sistema de PA y en como probarlo. Lo primero es utilizar material de referencia, canciones que ya conozcamos muy bien y nos ayuden con la EQ gráfica cuando trabajemos en la mesa. Utilizar un tema de un género parecido a la banda o el cantante que va a actuar siempre es recomendable, y comparar cómo suena en otros lugares como el estudio. La clave es fijarse en detalles concretos como que los bajos no tengan demasiada fuerza o que no se pierda sonido en otras frecuencias.

Para esto, siempre es bueno recorrer el sitio y escuchar el sonido desde diferentes puntos donde se colocará el público. En ocasiones, el sistema de PA está tan bien calibrado de algún evento anterior que no necesita ajustes, aunque no es lo normal.

Es hora de pasar a la mesas y trabajar la EQ. Las EQ gráficas incluyen hasta 31 canales con un slide independiente para cada uno. En bandas de cuatro integrantes es más que de sobra, así que en cada canal podemos añadir o bajar la ganancia de cada instrumento de manera independiente. Normalmente, las bandas ya tienen algún arreglo hecho en las frecuencias, lo que quiere decir que algunas están filtradas.

Por eso es importante que los ajustes se hagan en proporciones pequeñas de 2 o 3 dB y siempre comparando con el sonido original. Una vez confirmados los ajustes, tendremos una mezcla perfecta de instrumentos que sonará bien tanto para músicos como para el público.

Uno de los problemas más grandes que nos podemos encontrar en un sistema de PA es el feedback, ese ruido molesto de frecuencias altas que suena cuando un micrófono recoge el sonido de un altavoz y lo manda de nuevo al sistema de PA amplificándolo en un loop. Es lo que se conoce como acople.

El objetivo de una prueba de feedback es reducir este efecto lo máximo posible, y comienza con colocar varios micrófonos de voces en el patio frente al escenario. Después se colocan al mismo nivel los slides de los micrófonos junto con el de master y se van subiendo uno a uno hasta recibir feedback y devolverlo a la posición correcta. Aumentando la ganancia de cada micro, identificamos la frecuencia que da problemas de feedback y será el canal que bajemos en la EQ.

No es necesario realizar muchos cambios ni muy drásticos porque puede ser contraproducente y hacer que el sonido sea muy malo, realmente los ajustes se hacen para que todo suene nivelado y correctamente como la banda o el músico pensó que debía sonar, sin ruidos ni interferencias.

Al corregir el feedback, no podemos olvidarnos de los altavoces del escenario. El proceso es muy similar, con la ventaja que estos altavoces si podemos moverlos. Siempre nos aseguramos de que nuestros micros no apunten a los altavoces y que estos no estén muy cerca del fondo del escenario para que no envíen sonido rebotado hacia los micros. En la mesa hacemos lo mismo que en el paso anterior, localizando el efecto de feedback en cada micro y corrigiéndolo en cada uno.

Algunos de los mejores ingenieros y técnicos de sonido son capaces de regular un sistema de PA a oído. Esto solo se consigue con práctica y entrenando el oído lo suficiente para identificar variaciones, problemas o cambios sutiles en el sonido. Por otro lado, las EQ gráficas brindan una ayuda sustancial en estos casos y nos permiten hacer ajustes de manera más precisa.